martes, 20 de mayo de 2014

¿Qué respiramos en el aire de nuestros hogares?

humo de cigarroFormaldehído, plomo, radón o contaminantes de combustión, entre otros

Pasamos la mayor parte de nuestro tiempo, alrededor del 90 por ciento, dentro de edificios, en nuestros hogares o en nuestros lugares de trabajo, pero casi nunca nos preguntamos si el aire que respiramos es saludable. Muchas veces nos duele la cabeza, nos encontramos cansados o tenemos náuseas y no sabemos que esos síntomas pueden estar relacionados con la condición de impuro de nuestro aire interior.

En Estados Unidos, investigadores han hallado que el aire de nuestros hogares tiene peor calidad que el aire exterior. Las viviendas son cada vez más herméticas y complican el flujo del aire entre el exterior y el interior, mientras que usamos cada vez más productos que pueden causarnos reacciones alérgicas.

El aire de nuestros hogares está lleno de contaminantes:
  • Moho
  • Hongos
  • Bacterias
  • Ácaros
  • Caspa animal
  • Productos de combustión
  • Humo de tabaco
  • Formaldehído
  • Radón
  • Compuestos volátiles orgánicos
  • Plomo
  • Polvo
  • Polen
Gato en la alfombra

Todos estos contaminantes pueden causar enfermedades respiratorias y problemas de salud. Es importante prestar atención a estos peligros, especialmente a:

  1. Bioareosoles: moho, hongos, bacterias, ácaros, caspa animal o polen. Las reacciones alérgicas son el problema de salud asociado normalmente a estos contaminantes.
  2. Monóxido de carbón: es conocido como el asesino silencioso. No tiene color ni olor y es peligrosísimo cuando se aspira en grandes cantidades.
  3. Contaminantes de combustión: son el resultado de combustibles que se queman como gas natural, propano, madera, aceite, queroseno o carbón. Pueden irritar los ojos, la nariz y la garganta y pueden causar cáncer de pulmón. También habría que incluir al humo del tabaco, el mayor contaminante del aire interior de nuestros hogares.
  4. Formaldehído: es una sustancia química que se libera en el aire como un gas cáustico. Puede causar ojos llorosos, ardor en los ojos, la nariz y la garganta; dificultad para respirar, tos, sarpullido, dolor de cabeza, pérdida de coordinación y náuseas.
  5. Plomo: se acumula en el cuerpo y sus efectos son irreversibles. Su exposición es especialmente peligrosa para los niños pequeños, ya que puede retrasar su desarrollo. Dosis altas de plomo causan presión alta, anemia, afecciones renales y afecciones del aparato reproductor.
  6. Radón: entra a nuestros hogares por el sótano, debajo del suelo, los cimientos o incluso por el gas natural. Aumenta el riesgo de desarrollar cáncer de pulmón, ya que el radón puede penetrar a nuestros pulmones al respirar.
  7. Productos del hogar: contienen compuestos orgánicos volátiles que se evaporan en el aire. A corto plazo, sus efectos pueden incluir irritación de los ojos, de la nariz y de la garganta, y dolor de cabeza. A largo plazo, los productos del hogar pueden causar pérdida de coordinación, náuseas, daños en el hígado y en el sistema nervioso central.

Por ello, es innegable la necesidad de contar con un purificador de aire AeraMax de Fellowes en nuestros hogares. Nuestra salud, y la de nuestros hijos y seres queridos, está en juego.

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