¿Cómo funcionan los purificadores de aire AeraMax™ de Fellowes?

No es lo mismo un purificador que un humidificador La tecnología de los purificadores de aire AeraMax™ ha sido desarrollada especialmente por Fellowes para purificar eficazmente el aire interior de nuestros hogares y protegernos de los alérgenos y contaminantes perjudiciales para la salud. Para poder lograrlo, los purificadores de aire AeraMax™ de Fellowes desarrollan un proceso de purificación que consta de cuatro etapas:

1. Eliminación de olores y captura de las partículas contenidas en el aire a través de su filtro de carbono.
2. Captura del 99’97% de partículas e impurezas minúsculas de tan sólo 0’03 micrones, tales como esporas de moho, polen, ácaros de polvo, microbios, humo de tabaco o alérgenos, a través de su filtro True HEPA.
3. Protección contra el crecimiento de las bacterias causantes de olor, moho y hongos en el filtro True HEPA merced al sistema antimicrobiano AeraSafe™.
4. Creación de un campo ionizado que elimina de forma segura los contaminantes en el aire a nivel molecular mediante la tecnología Plasma TRUE™.

Los purificadores de aire AeraMax™ de Fellowes se ajustan a nuestras necesidades para purificar el aire de nuestros hogares:

• El DX5, que cuenta con un filtro de carbón activado, un filtro True HEPA e ioniza las partículas, es adecuado para filtrar el aire de una estancia de hasta 8m2 cinco veces en una hora.
• El DX55, que cuenta también con un filtro de carbón activado, un filtro True HEPA e ioniza las partículas, es adecuado para filtrar el aire de una estancia de hasta 18m2 cinco veces en una hora.
• El DX95, que cuenta también con un filtro de carbón activado, un filtro True HEPA e ioniza las partículas, es adecuado para filtrar el aire de una estancia de hasta 28m2 cinco veces en una hora.

Diferencias entre purificador y humidificador La mayoría de la gente no lo sabe, pero un purificador de aire y un humidificador son totalmente diferentes. Por su parte, el humidificador es un dispositivo que regula el aire de una estancia aportando a los ambientes secos el grado de humedad necesaria. Los humidificadores se dividen principalmente en dos tipos: fríos (ultrasónicos) y calientes (electrodos y evaporación). Su utilización es beneficiosa para prevenir irritaciones del sistema respiratorio debido a una posible sequedad en el ambiente. Mientras, un purificador es un dispositivo que captura el 99’97% de partículas e impurezas minúsculas de tan sólo 0’3 micrones, incluyendo las esporas de moho, el polen, los ácaros del polvo, los microbios, los alérgenos transportados por el aire y el humo del tabaco. Por su parte, el humidificador no limpia el ambiente de elementos alérgenos, ya que su misión es la de mantener la humedad relativa del aire a un nivel óptimo. Todo lo contrario que un purificador, que puede limpiar hasta cinco veces en una hora el aire de una estancia de nuestros hogares para eliminar todos los elementos nocivos (alérgenos, contaminantes, etcétera) que se encuentran en el aire y que producen reacciones alérgicas y malos olores.