Las gramíneas, principal ‘enemigo’ de los alérgicos

Su polen es uno de los más alergénicos Las gramíneas son uno de los principales enemigos de los alérgicos, especialmente en los meses de mayo y junio, que es cuando polinizan; pero también a lo largo de todo el año. No en vano, el polen de las gramíneas, que son plantas silvestres o cultivadas que pertenecen a la familia botánica Poacea, es uno de los más alergénicos y fue con el que se describió la rinitis alérgica. Todas las gramíneas son semejantes en su carga alergénica, si bien contienen variaciones según la especie. En España, en la parte seca continental y el área mediterránea, destacan la avena amarilla (Trisetum paniceum), el dáctilo (Dactylis glomerata), el grama común (Cynodon dactylon) y el ballico (Lolium perenne). De todas ellas, es la avena amarilla la principal gramínea alérgica de todo el centro peninsular. Mientras, el fleo (Phleum pratense) es la gramínea que más se encuentra en Galicia y el Cantábrico, al igual que en el norte de Europa. Asimismo, el polen de cereales como el trigo o el centeno es de mayor tamaño que el de las gramíneas silvestres, lo que dificulta su llegada a los núcleos urbanos. Una clasificación de gramíneas podría ser la siguiente:

1. Heno blanco
2. Grama del norte
3. Grama común
4. Grama de olor
5. Ballico
6. Dáctilo
7. Sorgo
8. Hierba rastrera
9. Carrizo
10. Festuca
11. Poa
12. Fleo de los pantanos
13. Ballico
14. Cebada
15. Maíz
16. Centeno
17. Trigo
18. Avena
19. Avena amarilla

Al igual que con otros tipos de alergias, es importante seguir una serie de consejos para luchar contra las gramíneas:

• Usar purificadores de aire con filtros anti-polen.
• No tener las ventanillas abiertas en los viajes en coche y mantener las ventanas de casa cerradas a primera hora de la mañana y durante el atardecer en los periodos de polinización.
• Ducharse y cambiarse de ropa al llegar a casa.
• Evitar los factores irritantes, como el humo, plaguicidas, etc.
• Seguir los recuentos de pólenes.

Por otra parte, es importante recordar que la alergia es una enfermedad que debe ser diagnosticada, identificando el alérgeno causante de la citada alergia. Además, no se debe considerar la alergia como una enfermedad menor: las alergias respiratorias suelen tener una duración larga y es frecuente que su evolución parta de formas leves a otras más severas e incluso mortales.