El aire interior debe renovarse cada cierto tiempo para mantener el nivel saludable
La mala ventilación y el confort térmico son dos de los factores que más influyen en el aire interior de los edificios. No en vano, según el National Institute for Occupational Safety and Health (NIOSH) más de la mitad de los problemas en el aire interior de los edificios están causados por la falta de ventilación. Por su parte, para entender lo que es el confort térmico hay que aproximarse a dos dimensiones. Por un lado, el equilibrio entre la actividad física y la ropa que utilizamos. Por otro lado, la humedad relativa, la temperatura y la velocidad del aire y la temperatura radiante media.
Los factores que pueden afectar a la calidad del aire interior en los edificios según una ventilación inadecuada y que hay que tener en cuenta son los siguientes:
- Insuficiente suministro de aire fresco.
- Mala distribución del aire.
- Incorrecta filtración del aire.
- Temperatura del aire y humedad relativa extremas.
Por ello, hay que seguir una serie de recomendaciones para prevenir los contaminantes del aire interior de los edificios:
- Eliminar la fuente de contaminación y sustituirla.
- Mitigar la acción de la fuente.
- Diluir el aire interior con otro aire menos contaminado.
- Eliminar los contaminantes presentes en el aire con otros métodos de dilución.
- Comprobar la eficacia de la ventilación.
- Controlar las diferencias de presión.
- Utilizar extracción localizada.
Asimismo, contar con purificadores de aire AeraMax de Fellowes en los edificios es vital para luchar contra el aire interior contaminado. De hecho, cabe recordar que los purificadores de aire AeraMax pueden limpiar hasta cinco veces en una hora el aire de una habitación de un edificio.
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