miércoles, 9 de abril de 2014

El peligro de los Plaguicidas

La mayoría son tóxicos y pueden tener efectos nocivos para el organismo




Imaginemos una situación: su hijo sale del colegio y pasea con sus amigos por un parque camino de casa mientras unos fumigadores están utilizando un plaguicida para todas las plantas y árboles de ese parque. Usted, como padre, lo primero que debería saber es que la mayoría de plaguicidas son tóxicos y pueden tener efectos nocivos para el organismo. Y su hijo ha estado expuesto a ellos.

Los plaguicidas son las sustancias que se utilizan para luchar contra cualquier tipo de plagas y se pueden clasificar en insecticidas, herbicidas, fungicidas, rodenticidas o molusquicidas. Según la Organización Mundial de la Salud (OMS), hay que evitar la exposición a los plaguicidas, ya que ninguna situación está exenta de riesgo. No en vano, los plaguicidas pueden ser peligrosos tiempo después de su rociamiento. Además, la OMS también alerta de que la utilización de plaguicidas en espacios cerrados, como pueden ser nuestras casas, aumentan el riesgo de exposición al plaguicida por inhalación, si bien estos también pueden introducirse en nuestro cuerpo a través de la piel (a mayor calor, mayor transpiración en nuestro cuerpo).

De hecho, la Organización Mundial de la Salud advierte de las tres vías principales por las que los plaguicidas pueden introducirse en nuestro organismo:

  • Por la piel, incluso sin que se vea ninguna señal.
  • Por la nariz.
  • Por la boca.

Los síntomas que provoca la exposición a plaguicidas pueden confundirse con enfermedades como la gripe o el estrés térmico. Por ello, es importante que después de estar expuesto a un plaguicida, como en el caso de sus hijos y sus amigos en ese parque que estaba siendo fumigado, se laven el rostro y las manos. Asimismo, muchos plaguicidas producen reacciones alérgicas, por lo que también es de vital importancia intentar evitar aire impuro en nuestros hogares con los filtros True HEPA de los purificadores de aire AeraMax Fellowes, que deben ser reemplazados por nuevos filtros tras la finalización del tiempo de uso recomendado.

lunes, 7 de abril de 2014

Cuidado con el aire que respiran nuestros hijos

El polen, el polvo, el moho o el pelo animal se encuentran entre las reacciones alérgicas infantiles más comunes

Desde su nacimiento, los niños están expuestos a todos los posibles alérgenos, por lo que pueden desarrollar cualquier tipo de alergia. Ya en su primer año de vida, aparecen los primeros tipos de alergias alimentarias, principalmente por estos tres tipos de alimentos: leche de vaca, huevo y pescado. Según van creciendo, especialmente a partir del primer año, también pueden aparecer los primeros casos de asma infantil. Si además el asma va acompañado de recurrentes catarros o gripes, puede indicar una predisposición de los niños a ser alérgicos.

En cualquier caso, la rinitis y el asma bronquial alérgico no aparece hasta cuando los niños tienen cinco años de edad y es a partir de los diez años cuando pueden aparecer otros tipos de alergia en los niños. Estas reacciones alérgicas infantiles pueden ser por:

  •  Contacto con la piel: plantas, pelo animal, látex, polen, etc.
  •  Inyección: medicación, picadura de abeja, etc.
  •  Ingestión: marisco, frutas, medicación, etc. 
  •   Inhalación: pelo animal, polen, polvo, moho, etc.

Al igual que para los adultos, el aire que respiramos en nuestros hogares puede contener numerosos alérgenos para los niños, si bien para los más pequeños es todavía más importante respirar aire puro. Y todavía más si uno o ambos padres son alérgicos.

El aire interior de cualquier habitación de nuestra casa puede estar cinco veces más contaminado que el aire exterior. Por ejemplo, sin ir más lejos, únicamente 28 gramos de polvo contienen cerca de 42000 ácaros y cada ácaro expulsa diariamente 20 partículas fecales. La alergia al polvo o al pelo de los animales son alergias muy comunes, también entre los niños, de ahí la importancia de conseguir que nuestros hijos respiren el mejor aire posible y tratar de evitar en lo posible sus reacciones alérgicas.  Los purificadores de aire Fellowes AeraMax, mediante el uso de tecnología avanzada, pueden reducir activamente la cantidad de partículas nocivas del aire de nuestra casa y ayudar a prevenir las alergias, asma, resfriados y gripe de nuestros hijos.


Más información sobre alergias infantiles: http://www.laalergia.com/ninos/comunes-infantiles/

viernes, 4 de abril de 2014

¿Qué es el formaldehído?

Se encuentra en muchos productos y está catalogado como cancerígeno para el ser humano




Mucha gente lo desconoce, pero en nuestras casas podemos estar expuestos a agentes cancerígenos. Uno de esos casos es el formaldehído, clasificado por la Agencia Internacional para la Investigación del Cáncer como grupo 1, el que equivale a carcinógeno confirmado para humanos.



Básicamente, el formaldehído, también llamado metanal, es un compuesto químico, volátil y muy inflamable, que se obtiene por oxidación catalítica de alcohol metílico. En la actualidad, el uso del formaldehído está totalmente implantado en la industria química. Siendo utilizado desde en medicamentos a cosméticos o productos de higiene personal, el formaldehído aparece en nuestras casas sobre todo en muebles, tableros o maderas contrachapadas.



Además de ser considerado como cancerígeno para el ser humano, el formaldehído, cuando se deteriora, desprende vapores que pueden causar irritación de los ojos y las vías respiratorias, incluso cuando estos vapores se desarrollan a niveles bajos. Una irritación que puede ser solucionada gracias a la tecnología PlasmaTrue de los Purificadores de Aire Fellowes